Ser mitológico
Érase una vez, en una tarde de calor, Pablo,
un joven de 18 años, iba en dirección al parque. Se topó con un ser mitológico,
un ser conocido en Cantabria llamado Ojáncano. Era un ser muy feo; la gente del
pueblo no lo podía ver, porque cuenta la leyenda que se comió a una persona.Pablo se quedó aterrado cuando vio al
Ojáncano y pensó que ese ser mitológico querría comérselo como cuenta la
leyenda. Lo que menos se esperaba era que el Ojáncano le saludara. Pablo se
quedó sorprendido y él le devolvió el saludo.Con el paso del tiempo se hicieron
grandes amigos. El pueblo santoñés no se podía creer lo que estaban viendo sus
ojos, y al final todos vieron como el Ojáncano era un ser amable y agradable,
no como decía la gente del pueblo. Desde entonces Pablo aceptó vivir con él y
se dieron cuenta de que la leyenda era mentira.
Le pidieron disculpas por huir de él durante tanto tiempo. Pablo, el Ojáncano
y la gente del pueblo fueron felices en Santoña por siempre jamás.
Bien, has mejorado. Pero debes repasarlo y corregir algunas incongruencias y errores.
ResponderEliminarMuy bien , tirando por la tierruca
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